Según el cristal
por Ana Gavilán
Matrona, experta en sexologia
y académica de la Universidad del Mar, Iquique.
Desde la sexología, son varios los puntos de vista desde donde se puede estudiar el transformismo como hecho: uno, podría ser que la gente que hace transformismo este dudosa o se rebele contra las identidades sexuales impuestas. Desde esa perspectiva se lucha por una igualdad de identidad y ya no es la lucha entre hombres, mujeres o homosexuales, es por una igualdad. La otra manera, que puede verse es desde la homosexualidad, personas que no puede sacarla a luz por una serie de motivos, tienen temor a mostrarse o que los reconozcan como tales, entonces pueden usar el transformismo para mostrarse desde esta perspectiva.
Otro punto de vista es desde el rol masculino, como un actor o asumir una identidad sexual. Si nos transportamos a la historia de la sexualidad, en Grecia la mujer no era bien mirada, tenía otro status y los hombres cumplían roles sexuales tanto de mujeres como de hombres, porque el hombre estaba en otro nivel. Lo mismo pasaba en la cultura china, donde no se podría hablar de un transformismo si no de actuación, de hacer el papel. Ahora hay dos posibilidades si nos arremetimos a todo lo que es sexualidad como tal, considerando la escala de Kinsey, de 0 a 6, donde 0 es una fuente homosexual y 6 una fuente heterosexual o al revés, que con el tiempo se puede ir variando, -no es tan así que uno tenga una identidad tan marcada-. Son dos extremos y yo fluctuó en ellos desde como quiero que me vean hasta como me siento bien. La sexualidad es una construcción social, la construye la sociedad y la sociedad construye también la identidad.

¿Del transformismo se puede pasar al travestismo?

Es difícil porque el travestismo como tal es una identidad distinta, en la que el individuo no esta de acuerdo consigo mismo, lo cual también influye con su identidad legal, siendo una patología. Una persona que es homosexual por ejemplo, tiene su identidad masculina o su identidad femenina y le atraen las personas del mismo sexo, su orientación genérica es hacia su mismo sexo. En cambio en el travestismo no me identifico como hombre, sino que mi identidad es femenina y mi cuerpo es de hombre, entonces mi orientación va a estar relacionada con esa identidad, por lo consiguiente existiría una patología de identidad sexual, debido a que no me identifico con lo que soy. No así el homosexual, quien es hombre que se identifica como hombre pero que le gustan los hombres, en cambio aquí es un hombre que quiere ser mujer estando en un cuerpo de hombre, o sea un transgénero.

El transformista “actúa”, se “disfraza” de mujer para un espectáculo pero no necesariamente su identidad esta cambiada, él esta actuando. Por ejemplo, siendo el transformista homosexual -donde no hay un problema de identidad- se manifiestan tres razones distintas de su conducta: una, -me puedo mostrar libremente como gay-, dos, -me revelo contra un sistema que me hace actuar a escondidas y quiero salir a la luz pública tal como soy-, o tres, -simplemente lo tomo como una actuación-. ¿Pero que pasa si es un travestido quien hace transformismo? Este se va a sentir identificado en su rol femenino, siempre será una actuación pero donde él se reafirma como mujer.

Se da el caso de transformistas que para potenciar más su personaje manipulan su cuerpo, toman hormonas, se ponen silicona, se ponen cadera. ¿También hablamos de patológica o solamente es para mejorar el producto final?

Habría que ver porque lo hace cada uno. Si es buen actor, -pongámoslo así-, va asirse al personaje independiente de su identidad sexual, por ejemplo: “si yo tengo que hacer un papel de una persona más gorda, voy a realizar acciones para hacer mejor el personaje”, esto es si dentro de su parte sicológica y profesional realmente lo esta viendo así. Entonces no hay problemas en que coma más para engordar, se ponga rellenos, etc. Ahora el problema esta cuando dentro de su “psicología” él quiere mostrarse como mujer porque se siente mejor con esa identidad. A veces también puede pasar que por no tener clara su identidad -y si volvemos a la escala Kinsey- están en el medio, en una ambigüedad. Ahora es evidente -y esta más que comprobado- que muchos homosexuales, -incluso los travestis- tienen clara su identidad en la infancia (entre los 5 a 10 años) –independiente- a que no se manifieste (o muestre), pero “interiormente” saben cual es su identidad, esto es muy distinto “a la edad que la manifieste pública o privadamente”, por que a veces hay razones para no mostrarla. Ahora si se toman hormonas sólo desperecerán los caracteres secundarios como también es más complicado si se ponen siliconas, implantes o cirugías porque ya se quiere mostrar otra imagen, se le esta de alguna manera exigiendo al cuerpo que tome una forma distinta a la biológica.

¿Te llama la atención que muchos jóvenes estén abiertamente asumiendo su sexualidad?

Este fenómeno no se da solamente en los hombres, también se da en las mujeres pareciendo que el lesbianismo ha aumentado, pero en porcentaje es lo mismo que antes, solo que hoy existe una rebelión en la juventud en cuanto a las identidades sexuales y es bien distinto a lo que sucedía antes, porque en vez de luchar para que se acepten todas las identidades sexuales hay la “protesta” es a que no hayan, no haya construcción, -por lo tanto todos somos seres humanos y todos tenemos los mismos derechos y deberes- El género impuesto, -esto de ser hombre o mujer- por ejemplo como se visten ya no tiene importancia. Tu no sabes si es hombre o mujer, por la vestimenta, por el comportamiento, con quien andas de la mano, con quien se besan, –transgredo las normas que esta sociedad ha impuesto- y no es para -no ser nadie-, es para que seamos iguales. Porque tenemos que tener una identidad, pero ya no es una identidad de separación por géneros. Es como cuando ocurrió con “la revolución de las flores” (años 70), donde se decía que “la virginidad producía cáncer”, una libertad que mucha gente de esa época tomo como un libertinaje y ahora nadie se cuestiona que los jóvenes tengan relaciones prematrimoniales, que usen preservativos. ¿Qué va a pasar?, no sé, como evolucionará en diez o veinte años más no lo podría saber. En esta rebelión hay que tener cuidado debido a que la segunda identidad sexual se construye en la etapa de la adolescencia, si ellos no se percatan se van a sentir identificados con sus pares sin tener identidad sexual homo o lésbica, posteriormente como adultos se van a sentir culpables de haber realizado prácticas que no concuerdan con su comportamiento adulto. El artículo completo se encuentra en el libro.