Se es mujer en el escenario

Mi nombre artístico es Connie Slave, pero me llamó Felipe, asumí el nombre de Connie en un principio cuando me presenté a un Concurso de Talentos en Santiago, bueno quedé clasificado para la final y cuando me preguntaron como me llamaba, no sabía que decir, porque en realidad estaba tan nervioso y me puse el nombre de mi mejor amiga, fue la primera niña que supo que era gay y lo asumió súper bien. Ella se llamaba Constanza, -era mi amiga la Cony- entonces fue en honor a ella, se me pasó su imagen en un segundo por la cabeza, y dije Connie, -¿usted es huaso?– me preguntó el que animaba (que era medio vulgar a todo esto), ¡no!, le dije -no soy huaso- ¿Y cuál es su apellido?. Yo no hallaba que decirle, lo primero que se me vino a la mente fue una canción de Britney -que me encanta, se llama Slave for you- entonces le dije: Slave, Connie Slave. Fue hace como dos años atrás en Santiago, tenía diecisiete años.

Eras menor de edad… infracción para el local nocturno, ¿Verdad?.

Claro, en cierta forma si. Los dueños de la discoteque donde trabajé cuando era menor de edad… siempre me… fue una limitación pá mi. De hecho tenia que llegar sólo a hacer el show y después irme por si llegaba una autoridad o la Comisión, nadie se enteraba de lo que estaba pasando. Así me mantuve esporádicamente haciendo show por varios años. Cuando era más chico hacia show de repente, una vez al mes o cada dos meses, pasaban lapsos -de repente casi 6 meses- que no hacia show y de repente volvía a aparecer.

¿A que edad empezaste entonces?

Más o menos esporádicamente como a los quince años, Fue la primera vez que me transformé en una mujer.

¿Y tus papás?

En ese tiempo mis papás no tenían idea que hacia transformismo, después esto llevó a que se enteraran que era gay, todo porque me pillaron algunas cosas de mujer, que se yo, todo. Les costó como dos años que asumieran y entendieran lo que era el transformismo, pensaban que era ponerse una falda y bailar entremedio de la gente y poco menos que algunos te metieran billetes, después mi mamá lo empezó a entender bien y se dio cuenta que realmente es un arte, ahora lo asume un poco mejor.

¿Qué referencias tenías del transformismo?

Cuando chico tenía harta habilidad artística, salía siempre en obras de teatro y cosas de niños, pero nunca había explorado este lado del transformismo. De hecho cuando llegué por primera vez a una disco gay y vi un transformista, creí que era una mujer, no me pensé que eran hombres, después cuando me dijeron –él es el chico que estaba con nosotros en la casa compartiendo- yo me quedé helado, casi me caí de espaldas. De ahí como que me interesó un poco el cuento, después empecé a ver a otros transformistas que se veían mucho mejor incluso del que yo había visto y empecé a tomarle el gusto a la cosa, que cualquier persona lo podía hacer o que se podía probar, así que fui a conversar con unos de los chicos a la discoteque, él me dijo que me iba a ayudar y así empecé a crear al personaje.

¿Por tu juventud y físico tienes ventaja como transformista?

En cierta forma si, para algunas personas quizás ser delgado es una ventaja, pero en realidad para mi no lo es. Yo creo que los otros transformistas tienen mejores capacidades que yo. El tener más edad o menos edad pienso que no influye en nada. Ahora el hecho que yo sea más joven que otros, -a lo mejor en cuento al público- la gente engancha más con uno, cosa de pares podría ser. La entrevista completa se encuentra en el libro.