Cada transformista tiene su forma de truquearse

No sé si el vestirme de mujer me ha dado más o menos satisfacciones que ser hombre en la vida. No lo sé realmente porque siempre el homosexual -en el caso del transformismo- es más perfeccionista. Yo hago cosas más femeninas, soy más perfeccionista, “que el ojo te quede perfecto, el pómulo te quede perfecto, más levantado- ¿a lo mejor el hombre en ese sentido no es tan perfeccionista?.

El maquillaje en el teatro es muy diferente al del transformista que se dedica a la transformación. Mis caracterizaciones no siempre son de hacerme la linda, de verme regia estupenda, a mi me gusta ir ver más allá de eso, -aparte de ser perfecta-, me gusta interpretar cualquier papel, verme fea, verme bonita, verme tonta, verme no sé, verme todo. Muchos amigos me dicen, ¡estúpida te odio! y yo, ¡ay, igual te odio!, -no, te odio porque soi bajito, soi delgadito, pasai piola por una mina normal- y a veces he escuchado también muchos comentarios: “la chica”, “la enana”. Me da lo mismo, estoy bien como estoy con el porte, nunca he querido ser más grande, ¡regio como soy!, en el camarín me dicen, “la chica” o “la newman”.

Este año fui a participar en un concurso, era un Concurso Nacional de Transformistas, competía todo Chile, también estuve en el Miss Chile Gay, ¡gracias a Dios, me fue muy bien!, además concursé en el Nacional de Talentos, se elegían los mejores show y me traje el Primer Lugar este año (2008). Esto me ha emocionado, me hizo creer en lo que estoy haciendo ahora, -jamás pensé que una transformista de Iquique o del norte ganara- Es en Santiago donde se compite, acá esto no se escucha mucho. Me tocó la satisfacción de traerme el Primer Lugar en lo que yo siempre hago, -show, transformación, las perfomance- para mi fue espectacular, un trofeo hermoso, he viajado mucho, estoy muy contento, además me eligieron Miss Simpatía, ¡me fue muy bien!. Mi madre falleció cuando tenia 12 años y no alcanzo saber lo que yo hacia.

¿Y tu padre?

Mi padre esta vivo, vive en Arica, pero bien, súper bien. Gracias a Dios me ha aceptado muy bien. Si me acepta mi familia obviamente voy a estar tranquilo, no hay ningún problema con ellos. Yo vivo acá en Iquique con mi hermano vivimos solo, cuando mi madre falleció vivimos con mi madrina y mi tía, después empezamos a vivir solos. Desde muy jóvenes, los dos siempre solos apoyándonos, hasta el día de hoy.

Jamás me he sentido discriminado por lo contrario tengo mucha gente que me quiere, lo mismo es el trato de las personas que trabajan conmigo. En el Ballet Folclórico donde mi hermano es Director saben lo que hago y me respetan. Trabajamos con niños entre los siete a dieciocho años y son gente pura…-los padres obviamente siempre tienen el temor con quien dejan a sus hijos- y gracias a Dios los apoderados se han portado un siete, un siete. Los niños (alumnos de folclore) saben lo que hago, ven mi foto en el Fotolog -o en lo que sea-, siempre me preguntan -como niños que son- cuando llego al ensayo: ¿cómo te fue el fin de semana?, ¿qué show hiciste?, ¿qué peluca te pusiste?, nunca me he sentido intimidado, ni por los padres, ni por los alumnos, ni por nadie.

¿Compartes muchas experiencias con tu hermano?

Mi infancia fue súper loca, siempre con mi hermano para todos lados, somos gemelos, super buenos para la talla. Nos fuimos a vivir a Coronel (VIII Región) con mi madre donde sus hermanos, -todos burgueses- ella sufrió una crisis y obviamente el medico dijo que había que sacarla de Iquique. Después mi abuelo se enfermó y nos devolvimos, tenia que venir a verlo, lo cuido, falleció y hasta el día de hoy acá, desde el año noventa y siete. Siempre haciendo bromas con mi padre, con mi hermano, siempre con él a todos lados, haciendo maldades después corría y le decía, -”¡cámbiame tu polera!”, ¿para qué?, ¡cámbiamela!- , me la cambiaba y obviamente mi mamá retaba a mi hermano o le pegaba a él y yo haciéndome el tonto. La entrevista completa se encuentra en el libro.